Siempre que envío obra fuera lo paso fatal.
No me malinterpretes: me encanta que mi obra esté repartida por España o incluso por todo el mundo, pero por más que preparo y embalo los cuadros, y a pesar de que siempre pongo pegatinas de “frágil” por todas partes, no puedo evitar imaginar que alguna de mis obras resulte dañada en el transporte.
Así que, cuando recibo la confirmación del cliente de que todo ha llegado bien, me pongo muy feliz. Y si además viene acompañada de una foto del cuadro presentado o colgado, no puedo estar más contento.